Feminista, activista e investigadora; Académica Universidad Ben-Gurion

WAF ¿Qué te hizo empezar a hacer lo que estás haciendo hoy?

Sarab: El hecho de crecer como una árabe-beduina en un pueblo judío como Beer-Sheva con una minoría árabe. Fui a un colegio judío durante la primera intifada en 1989 y fui víctima de sucesivas reprendas racistas de parte de mis compañeros. Siendo la única niña Árabe-Musulmana en un colegio judío, luché por mi identidad en lugar de tratar con las cosas que las adolescentes de mi edad estaban pendientes. Después de graduarme de secundaria ingresé a la universidad mientras todos mis compañeros se enlistaron en el ejército. Como una niña beduina tuve que mantener ciertas tradiciones para no asimilar normas israelíes. Recién a los 18 años conocí por primera vez a otras cuatro mujeres beduinas provenientes de distintas tribus. Con ellas re-descubrí mi raíces beduinas y empecé a sentir una fuerte responsabilidad hacia mi comunidad. Al mismo tiempo empecé a enseñar en un colegio beduino en Rahat lo que me ayudó a distinguir las diferencias entre colegios árabes y los judíos, como del que yo fui parte. Estas diferencias me empujaron a convertir esta responsabilidad y activismo en investigación. Ahí podría plasmar historias que desafiaran las narrativas que refuerzan los mecanismos de inequidad al interior de la comunidad palestina.

Hoy soy madre de tres niños y profesora titular en temas de educación y sociología de género en la Universidad de Ben-Gurion. Mi área de estudio se centra en las consecuencias de la intersección entre racismo, patriarcado y tribalismo como la desigualad de oportunidades para mujeres en Palestina en temas laborales y de educación. Al mismo tiempo, me interesa estudiar los mecanismos que utilizan en este escenario tanto individualmente o como parte de un grupo. Como académica formo parte de una agenda feminista la cual se alimenta ya sea por el trabajo de mis estudiantes como de mi propia investigación y contribución a la comunidad.

WAF ¿Qué te motiva a hacer lo que haces diariamente?

Sarab: Como una ciudadana árabe en Israel me preocupa cómo las mujeres palestinas-beduinas están siendo estigmatizadas en todo ámbito de sus vidas; cómo son estereotipadas en el discurso israelí tanto público como académico como primitivas, pasivas y no transgresoras. Todo esto como parte de una ideología racista que intenta mantener un orden étnico a través de economías, sistemas educacionales y hasta geografía distintas.

WAF: ¿Cuál consideras tu mayor lucha o tu mayor reto?

Sarab: Después de graduarme de la universidad conocí a mi marido. Al poco tiempo, descubrí que contraer matrimonio nos estaba prohibido por provenir de distintas comunidades tribales. Como musulmanes ambos estábamos en derecho de contraer matrimonio, pero como beduinos estaba prohibido. Gracias al apoyo de mis padres convertí esta lucha personal sobre el derecho a elegir en un proyecto de investigación. Luego decidí escribir mi disertación de Doctorado acerca de las dolorosas consecuencias que trae consigo la educación superior. Me pregunté: Acaso la educación necesariamente significa conocimiento en medio de un contexto estigmatizado para aquellas mujeres pertenecientes a minorías raciales y de género?

WAF: ¿Cuál es tu mayor logro o tu momento más transformador?

Sarab: Mi mayor reto se convirtió en mi mayor logro profesional porque desde el momento que conocí y entrevisté a otras mujeres árabes-beduinas, nuestras historias se entrelazaron y en consecuencia logramos compartir una narrativa íntima y dolorosa que nos liberó. Estábamos todas en el mismo bote. Decidí transformar mi historia personal en un trabajo de investigación que me permitiera profundizar en temas tabúes y explorar las capacidades especiales de estas mujeres y su lucha feminista. Ahora, mi momento personal más transformador fue cuando mi hijo de 11 años de edad, que asiste un colegio árabe-judío, decidió escribir su ensayo sobre las raíces de la familia centrado en mi vida personal. Insistió en mostrar al curso mis libros y contar mi historia. Fue un momento de mucho orgullo para los dos; porque yo me di cuenta que mi agenda feminista está contribuyendo a cambiar y afectar positivamente a mis hijos, y para él su orgullo personal de crecer para convertirse en feminista.

WAF: ¿Cuál es su objetivo final o su mayor sueño?

Sarab: Continuar haciendo lo que hago profesionalmente en un manera que afecte la vida de otras personas sin dejar de estar sintonizada con ellas y la comunidad que estoy estudiando.

WAF: ¿Cuál es tu frase favorita?

Sarab: “Las mujeres pagan un precio alto por su libertad y dignidad al obedecer las leyes de matrimonio y el sistema patriarcal de clases que domina la sociedad. Las mujeres también pagan por ser libres y escapar de toda dominación. Yo elegí pagar ese precio y ser libre en vez de convertirme en esclavo. De todas formas el precio es alto. Por qué pagar por esclavitud y no por libertad?” (Nawal El-Saadawi)

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