Por Alicia Vergili

Traducción: Drew Reed

“Siempre me consideré un muchacho feliz. Crecí en el campo con una mente libre, tranquila y lleno de aventuras.  Mi adolescencia la pasé junto a un grupo de amigos mientras cursaba la escuela técnica. Luego viajé a Buenos Aires para estudiar música. En mi vida los hechos se daban tal cual los había soñado. Y cuando tenia mi vida afectiva y laboral media armada,  me entero de que soy hijo de desaparecidos de la última dictadura militar argentina y de que mi abuela es Estela de Carlotto”  relata con simpleza Ignacio Montoya Carlotto.

Ignacio, tal como pide expresamente que lo llamen, es el  nieto recuperado número 114 y para la sociedad argentina significa la aparición de Guido Montoya Carlotto, el nieto de Estela, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo que durante 36 años lo buscó incesantemente, como a todos los otros bebes que fueron apropiados por los militares, durante la última dictadura que padeció la Argentina.

Ignacio Montoya Carlotto

Fotografía en esta página: Anabela Gilardone

Women Across Frontiers se encontró para dialogar con Ignacio, el último 24 de marzo en Olavarría, localidad en la que fue criado por sus padres adoptivos. El 24 de marzo no es un día más porque ese  mismo día  pero de 1976,  se produjo el golpe de Estado que depuso al gobierno constitucional y comenzó  la dictadura cívico militar más sangrienta de la historia argentina. Dictadura responsable de la desaparición de 30000 personas. Dictadura que robó a los recién nacidos de los brazos de sus madres.  Por eso, todos los años, en todos los rincones del país cientos de miles de personas salen a la calle a decir “Nunca Más”. Para no olvidar ese día se realizan diversos show musicales con cantantes emblemáticos y representantes de las nuevas generaciones. Ignacio, – Guido- es uno de ellos. El es pianista y compositor y desde hace tiempo, y sin saber que era parte de esa historia, participa del ciclo “Música por la identidad” , proyecto que tiene como objetivo concientizar y difundir la búsqueda de los casi 400 nietos que faltan recuperar.

“Pienso que por algo siempre quería estar presente esos días pero sobre todo siempre me comprometí con la búsqueda de Abuelas. Lo difícil de creer es que mientras pedía que aparezcan los nietos, yo era uno de ellos”, confiesa Ignacio.

WAF ¿Cuándo te acercaste a las Abuelas de Plaza de Mayo?

En junio del año pasado mandé un mail a las Abuelas  porque sospechaba que podía ser hijo de desaparecidos El día de mi cumpleaños, el 2 de junio, una persona de mi ciudad me confirmó que era adoptado y allí empecé a investigar. Si bien, yo tenía dudas sobre mi identidad, nada sucedió de la noche a la mañana.  Recuerdo que cuando era adolescente ya se me cruzaba por la mente la idea de si era adoptado o no. Tenía pequeños destellos de algo que no sabía bien que era. Siempre me preguntaba de donde venían todas las inquietudes artísticas que tenía, de quien heredaba el gusto por la música y por la lectura. Pero durante mucho tiempo me acostumbré a vivir con esas dudas, lamentablemente.

WAF ¿Y cuándo te enteraste de que eras hijo de desaparecidos?

El 5 de agosto de 2014 me llamaron y me dijeron: sos el nieto de Estela. Se me paró el corazón. Recuerdo que unos quince días antes me había hecho los análisis. Luego cruzaron mi sangre con las muestras del Banco Nacional de Datos Genéticos y  se comprobó que mis padres eran Laura Carlotto y Walmir Oscar Montoya.

WAF ¿En qué cambió tu vida a partir de ese día?

Son muchas cosas… todavía no tuve tiempo de procesarlas. Por ejemplo, ahora puedo responder de dónde viene  mi  pasión por la música ya que supuestamente mi ambiente me destinaba a otra cosa. Vengo de dos familias a las que les encanta la música.  Hay una gran herencia de mi papá biológico. El tocaba la batería en una banda de Cañadón Seco, en Santa Cruz. Por su parte, el papá de mi papá fue saxofonista de la banda de música de YPF y  mi abuelo materno,  Guido el marido de Estela era un melómano incansable. En la familia Carlotto todo tocan algo. Kibo Carlotto,  mi tío, es un buen guitarrista. Y también debo tener mucho de Laura y Walmir, mis padres, porque ser artista también es una actividad política.

WAF ¿También sos un gran lector?

Sí. Siempre fui lector porque en el campo donde viví hasta los 15 años no había televisión y  la única manera de entretenerme era leyendo. Por suerte había una biblioteca gigante y me la pasaba leyendo. Mi universo se construyó en gran medida de los libros. Un hábito que mantengo. Aunque ahora también entiendo que teniendo dos abuelas maestras era imposible no ser lector.

Ignacio 1WAF ¿Cómo es tu vida hoy?

Por un lado sigo viviendo en Olavarría, estoy en pareja con Celeste y soy el mismo hincha fánatico de River. Sigo con mi  banda de jazz  y ya edité varios discos. Y por el otro lado, mi vida cambió vertiginosamente. Me llegó un nivel de popularidad que no tiene que ver conmigo.  Mucha gente empezó a conocerme por ser el nieto de Estela. Ahora me llamar para contratarme. Antes no podía vivir de la música.

WAF ¿Cambió algo al momento de componer?

Sí claro. Si bien  ya tenía definida la línea estética de lo que hacía, siento que ahora contextualizo mejor las nuevas ideas. La música se volvió más concreta, más concisa y más cargada de emotividad. Antes era mas descriptiva y paisajista ahora se transformó en más humana.  Mi música ganó en profundidad emotiva, sobre todo a la hora de volcar las letras. En este último tiempo compuse bastante. Hay nuevo repertorio.

WAF ¿En qué medida te sirvió el arte en esta instancia de tu vida?

La música me fue empujando a un  lugar de verdad, me empujo al 24 de marzo, a música por la identidad, a mis amigos.  La música me ayudo a construirme como persona y a descubrir mi verdadera identidad.

En este largo trayecto por saber quién es y enfrentarse a su origen, Ignacio se enteró de que  nació el 26 de junio de 1978 en el Hospital Militar de Buenos Aires. Su madre, Laura Carlotto, le puso de nombre Guido, como su abuelo. Algunos testigos contaron que sólo estuvo con su madre cinco horas. Luego fue separado de Laura  para ser apropiado y luego dado en adopción  Tanto Laura como su padre, Walmir Oscar “Puño” Montoya, fueron secuestrados y asesinados por los militares.

WAF ¿Tenes algún reclamo para tus padres adoptivos?

Mi relación es excelente -expresa con una genuina sonrisa- Crecí en el campo, un espacio que esconde grandes secretos. Yo fui parte de ese gran secreto, acá hubo un acto de engaño hacia mis padres adoptivos, muy humildes. Hay que conocerlos para darse cuenta como son.  Siempre hubo sometimiento de los patrones hacia los peones.

WAF Se te nota feliz sin reclamos

Mi caso es atípico, encontraron a un tipo feliz, no soy un guacho resentido que anda a las patadas con el mundo. Se que hay otros casos que son complicadísimos, pero en mi caso todas fueron para adelante,

Los que sufrieron fueron las familias que buscaron, a mi me tocaron las buenas. Ahora tengo otras dos familias   Los Carlotto y los Montoya que son unos fenómenos. Y como si fuese poco me llevo muy bien porque fuimos educados  en las mismas artes.  ¿Qué reclamo voy a hacer?

WAF ¿Cuáles son tus sueños?

Seguir haciendo música, tener hijos, seguir conociendo a las familias y que las abuelas vivan mucho. En  Caleta Olivia, bien al sur de la Argentina, tengo a la abuela Hortensia que es una persona amorosa. Hace un tiempo, cuando me encontré con Cristina Kirchner me dijo:-Vos ahora estas fascinado con los Carlotto pero cuando conozcas a la familia del sur te vas a dar cuenta lo que es una familia con historia de la Argentina. En ese momento no le preste atención, hasta que los conocí y me di cuenta que los Montoya son parte de la historia del Sur.  El padre de mi abuela, Ceferino Ardura  fue uno de los fundadores de Caleta Olivia, de hecho tuvo la primera estancia en la  provincia.

WAF ¿Como se arma la historia con tus nuevas familias?

Por suerte hay fotos, relatos y libros que cuentan parte de nuestras vidas. Pero se que son relaciones nuevas. Nos llamamos y tratamos de encontrarnos lo más que podamos y estamos tratando de establecer el vínculo de sangre que tenemos. Compartimos asados, mates, vinos.

WAF ¿Y cómo es tu relación con Estela?

La relación con Estela es linda, ella te hace todo más fácil. Igual para mí es la abuela, no es Estela.

“Siempre me consideré un muchacho feliz. Crecí en el campo con una mente libre, tranquila y lleno de aventuras.  Mi adolescencia la pasé junto a un grupo de amigos mientras cursaba la escuela técnica. Luego viajé a Buenos Aires para estudiar música. En mi vida los hechos se daban tal cual los había soñado. Y cuando tenia mi vida afectiva y laboral media armada,  me entero de que soy hijo de desaparecidos de la última dictadura militar argentina y de que mi abuela es Estela de Carlotto”  relata con simpleza Ignacio Montoya Carlotto.

Ignacio, tal como pide expresamente que lo llamen, es el  nieto recuperado número 114 y para la sociedad argentina significa la aparición de Guido Montoya Carlotto, el nieto de Estela, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo que durante 36 años lo buscó incesantemente, como a todos los otros bebes que fueron apropiados por los militares, durante la última dictadura que padeció la Argentina.

Women Across Frontiers se encontró para dialogar con Ignacio, el último 24 de marzo en Olavarría, localidad en la que fue criado por sus padres adoptivos. El 24 de marzo no es un día más porque ese  mismo día  pero de 1976,  se produjo el golpe de Estado que depuso al gobierno constitucional y comenzó  la dictadura cívico militar más sangrienta de la historia argentina. Dictadura responsable de la desaparición de 30000 personas. Dictadura que robó a los recién nacidos de los brazos de sus madres.  Por eso, todos los años, en todos los rincones del país cientos de miles de personas salen a la calle a decir “Nunca Más”. Para no olvidar ese día se realizan diversos show musicales con cantantes emblemáticos y representantes de las nuevas generaciones. Ignacio, – Guido- es uno de ellos. El es pianista y compositor y desde hace tiempo, y sin saber que era parte de esa historia, participa del ciclo “Música por la identidad”, proyecto que tiene como objetivo concientizar y difundir la búsqueda de los casi 400 nietos que faltan recuperar.

“Pienso que por algo siempre quería estar presente esos días pero sobre todo siempre me comprometí con la búsqueda de Abuelas. Lo difícil de creer es que mientras pedía que aparezcan los nietos, yo era uno de ellos”, confiesa Ignacio.

WAF ¿Cuándo te acercaste a las Abuelas de Plaza de Mayo?

En junio del año pasado mandé un mail a las Abuelas  porque sospechaba que podía ser hijo de desaparecidos El día de mi cumpleaños, el 2 de junio, una persona de mi ciudad me confirmó que era adoptado y allí empecé a investigar. Si bien, yo tenía dudas sobre mi identidad, nada sucedió de la noche a la mañana.  Recuerdo que cuando era adolescente ya se me cruzaba por la mente la idea de si era adoptado o no. Tenía pequeños destellos de algo que no sabía bien que era. Siempre me preguntaba de donde venían todas las inquietudes artísticas que tenía, de quien heredaba el gusto por la música y por la lectura. Pero durante mucho tiempo me acostumbré a vivir con esas dudas, lamentablemente.

WAF ¿Y cuándo te enteraste de que eras hijo de desaparecidos?

El 5 de agosto de 2014 me llamaron y me dijeron: sos el nieto de Estela. Se me paró el corazón. Recuerdo que unos quince días antes me había hecho los análisis. Luego cruzaron mi sangre con las muestras del Banco Nacional de Datos Genéticos y  se comprobó que mis padres eran Laura Carlotto y Walmir Oscar Montoya.

WAF ¿En qué cambió tu vida a partir de ese día?

Son muchas cosas… todavía no tuve tiempo de procesarlas. Por ejemplo, ahora puedo responder de dónde viene  mi  pasión por la música ya que supuestamente mi ambiente me destinaba a otra cosa. Vengo de dos familias a las que les encanta la música.  Hay una gran herencia de mi papá biológico. El tocaba la batería en una banda de Cañadón Seco, en Santa Cruz. Por su parte, el papá de mi papá fue saxofonista de la banda de música de YPF y  mi abuelo materno,  Guido el marido de Estela era un melómano incansable. En la familia Carlotto todo tocan algo. Kibo Carlotto,  mi tío, es un buen guitarrista. Y también debo tener mucho de Laura y Walmir, mis padres, porque ser artista también es una actividad política.

WAF ¿También sos un gran lector?

Sí. Siempre fui lector porque en el campo donde viví hasta los 15 años no había televisión y  la única manera de entretenerme era leyendo. Por suerte había una biblioteca gigante y me la pasaba leyendo. Mi universo se construyó en gran medida de los libros. Un hábito que mantengo. Aunque ahora también entiendo que teniendo dos abuelas maestras era imposible no ser lector.

WAF ¿Cómo es tu vida hoy?

Por un lado sigo viviendo en Olavarría, estoy en pareja con Celeste y soy el mismo hincha fánatico de River. Sigo con mi  banda de jazz  y ya edité varios discos. Y por el otro lado, mi vida cambió vertiginosamente. Me llegó un nivel de popularidad que no tiene que ver conmigo.  Mucha gente empezó a conocerme por ser el nieto de Estela. Ahora me llamar para contratarme. Antes no podía vivir de la música.

WAF ¿Cambió algo al momento de componer?

Sí claro. Si bien  ya tenía definida la línea estética de lo que hacía, siento que ahora contextualizo mejor las nuevas ideas. La música se volvió más concreta, más concisa y más cargada de emotividad. Antes era mas descriptiva y paisajista ahora se transformó en más humana.  Mi música ganó en profundidad emotiva, sobre todo a la hora de volcar las letras. En este último tiempo compuse bastante. Hay nuevo repertorio.

WAF ¿En qué medida te sirvió el arte en esta instancia de tu vida?

La música me fue empujando a un  lugar de verdad, me empujo al 24 de marzo, a música por la identidad, a mis amigos.  La música me ayudo a construirme como persona y a descubrir mi verdadera identidad.

En este largo trayecto por saber quién es y enfrentarse a su origen, Ignacio se enteró de que  nació el 26 de junio de 1978 en el Hospital Militar de Buenos Aires. Su madre, Laura Carlotto, le puso de nombre Guido, como su abuelo. Algunos testigos contaron que sólo estuvo con su madre cinco horas. Luego fue separado de Laura  para ser apropiado y luego dado en adopción  Tanto Laura como su padre, Walmir Oscar “Puño” Montoya, fueron secuestrados y asesinados por los militares.

WAF ¿Tenes algún reclamo para tus padres adoptivos?

Mi relación es excelente -expresa con una genuina sonrisa- Crecí en el campo, un espacio que esconde grandes secretos. Yo fui parte de ese gran secreto, acá hubo un acto de engaño hacia mis padres adoptivos, muy humildes. Hay que conocerlos para darse cuenta como son.  Siempre hubo sometimiento de los patrones hacia los peones.

WAF Se te nota feliz sin reclamos

Mi caso es atípico, encontraron a un tipo feliz, no soy un guacho resentido que anda a las patadas con el mundo. Se que hay otros casos que son complicadísimos, pero en mi caso todas fueron para adelante,

Los que sufrieron fueron las familias que buscaron, a mi me tocaron las buenas. Ahora tengo otras dos familias   Los Carlotto y los Montoya que son unos fenómenos. Y como si fuese poco me llevo muy bien porque fuimos educados  en las mismas artes.  ¿Qué reclamo voy a hacer?

WAF ¿Cuáles son tus sueños?

Seguir haciendo música, tener hijos, seguir conociendo a las familias y que las abuelas vivan mucho. En  Caleta Olivia, bien al sur de la Argentina, tengo a la abuela Hortensia que es una persona amorosa. Hace un tiempo, cuando me encontré con Cristina Kirchner me dijo:-Vos ahora estas fascinado con los Carlotto pero cuando conozcas a la familia del sur te vas a dar cuenta lo que es una familia con historia de la Argentina. En ese momento no le preste atención, hasta que los conocí y me di cuenta que los Montoya son parte de la historia del Sur.  El padre de mi abuela, Ceferino Ardura  fue uno de los fundadores de Caleta Olivia, de hecho tuvo la primera estancia en la  provincia.

WAF ¿Como se arma la historia con tus nuevas familias?

Por suerte hay fotos, relatos y libros que cuentan parte de nuestras vidas. Pero se que son relaciones nuevas. Nos llamamos y tratamos de encontrarnos lo más que podamos y estamos tratando de establecer el vínculo de sangre que tenemos. Compartimos asados, mates, vinos.

WAF ¿Y cómo es tu relación con Estela?

La relación con Estela es linda, ella te hace todo más fácil. Igual para mí es la abuela, no es Estela.

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