Trabajadora Social; Activista Por la Paz En Wahat al Salam.
Women Across Frontiers: ¿Qué te hizo empezar a hacer lo que está haciendo hoy?
Samah: La razón por la que he creado la organización Arab Women in the Center hace seis años fue el asesinato de seis mujeres árabes en la ciudad de Lod en 2007. Fueron asesinadas simplemente por ser mujeres. Si bien hay muchas organizaciones de mujeres en Israel que hacen un gran trabajo en investigar, escribir y aprender acerca de ‘crímenes de honor’, no existía ninguna organización que pudiera prestar apoyo a las familias y a otras mujeres árabes en la zona. Me di cuenta de que el asesinato de una mujer genera miedo en las demás mujeres de la zona durante mucho tiempo. Y el miedo es la mayor herramienta para controlar a la gente. Yo estaba frustrada con las autoridades hasta que un día un periodista me dijo que en lugar de estar enojada porque nadie estaba haciendo nada, debía crear algo yo misma! Y así lo hice. Soñaba con un lugar que proporcione a las mujeres todo lo que necesitan, desde la consultoría financiera a la consultoría jurídica. Eso es lo que hacemos ahora. Mi segunda actividad es escribir sobre temas de género para la revista ‘Conversación local. “Recuerdo a un profesor que me dijo que mi nivel de escritura no era lo suficientemente bueno y él rechazó mi tesis diciendo que carecía de las habilidades de escritura. Hace un año, terminé la beca Mandel en el Instituto de Liderazgo Mandel. Ese programa me dio una gran incentivo para escribir. Ellos creyeron en mí, me dieron un espacio para practicar y cometer errores. Si bien me estoy iniciando en la escritura, lo disfruto mucho y ‘Conversación local’ me da una buena plataforma para escribir y explorar las cuestiones de género.
WAF: ¿Qué te motiva a hacer lo que haces a diario?
Samah: Tengo un montón de energía que surge de ver a las mujeres triunfar en el Centro. Yo no he creado una gran revolución, pero cada chica que tiene éxito en la superación de una barrera me da energía para hacer más. Muchas veces actúo desde un lugar muy intuitivo que puede no ser “profesional” o “de libro.” A menudo, hago las cosas ‘poco conservadoras “, como otorgarle la matrícula escolar prestataria a una chica que no podía pagarla. Estas chicas terminan no sólo pagándome con dinero sino también con amor, aprecio y un compromiso para lograr éxito. Muchas mujeres jóvenes se acercan a nosotros con el sueño de estudiar, otras vienen de casas donde son verbal o físicamente abusadas. Nosotros las ayudamos y estas historias de éxito me da combustible durante años.
WAF: ¿Cúal consideras tu mayor lucha o tu mayor reto?
Samah: Mi mayor desafío es lidiar con mi identidad nacional como un ciudadana palestina- israelí, como una minoría entre la mayoría judía que se está convirtiendo en racista, violenta y que vive en una euforia típica de las mayorías en otros países. Este comportamiento también se ha convertido en parte de la política del gobierno y está lastimando mis derechos como ciudadana. Mi lucha feminista dentro de la comunidad árabe es más difícil debido a mi lucha política por mis derechos como minoría. Creo que los derechos de la mujer y los derechos de los ciudadanos deben ser unificados. En mi vida personal, mi mayor reto es mi marido y mis tres hijos que crecen en una sociedad árabe patriarcal que les da más derechos que a mi simplemente porque soy una mujer.
WAF: ¿Cuál es tu mayor logro o tu momento más transformador?
Samah: El mío era un día, cuando una mujer con dos hijos entró en mi oficina. Como no la reconocí, me dijo que su nombre era Amal y que yo le había salvado la vida hace diez años. Amal fue una excelente estudiante, pero a los 16 años, su familia quería que se fuera de la escuela y se case. Ella se deprimió porque su sueño era terminar la escuela e ir a la universidad. Entonces convencí a su padre, que quería que ella se case, que use un hijab y crie a los hijos, a que Amal termine la escuela y que vaya a la universidad. Fue difícil, pero finalmente accedió a dejarla terminar la escuela secundaria y que se case después de la graduación. También le hizo prometer a su esposo que la ayudaría a ir a la universidad. Así que comenzó a usar el hijab, pero terminó su maestría en educación y comenzó a ser voluntaria con nosotros. Su viaje le llevó más tiempo que a otros, pero no se dio por vencida. La persistencia de Amal fue un momento de transformación para mí.
WAF: ¿Cuál es tu objetivo final o tu mayor sueño?
Samah: Mi sueño es ver al pueblo palestino libre de la ocupación, verlo construir un país y un estado democrático sin la opresión y la violencia. Mi sueño es celebrar una década sin ningún tipo de asesinato a mujeres por el sólo hecho de ser mujer. Me gustaría que todas las chicas en este mundo puedan vivir una vida sin violencia, sin discriminación y sin abusos sexuales de otro tipo.
WAF: ¿Cuál es tu frase favorita?
Sameh: Uno de mis profesores en el instituto Mandel me dijo una vez: ‘Tu guerra feminista es la más larga guerra de independencia en la historia de la humanidad, una guerra en la que la mitad de la humanidad está pidiendo la libertad de la otra mitad. Se necesita tiempo.’ Yo creo que estoy luchando en el ejército más humano y amable del mundo y voy a seguir soñando y peleando.